martes, 12 de junio de 2018

Escalada Leiva (Carrillo Cantabella 200m. 6A)



La angustia o el miedo 
¿Qué es éso? Siempre me preguntan por la sensación de miedo o angustia cuando vamos escalar; son los sentimientos más impactantes, hasta el punto de que alguien tan influyente como Sartre llega a declarar que el hombre es angustia y miedo. 
Distingue la angustia del miedo: "el miedo aparece ante un peligro concreto y se relaciona con el daño o supuesto daño que la realidad nos puede infligir; la angustia no es por ningún motivo concreto, ni de ningún objeto externo, es miedo de uno mismo, de nuestras decisiones, de las consecuencias de nuestras decisiones". Pero no puede ese sentimiento tomar tu vida al asalto, pues te vencería. El miedo agudiza los sentidos y la angustia los paraliza. Sí, claro que tenemos miedo, pero no de nosotros mismos, nosotros tenemos un plan.

Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse perdido 
Pío Baroja

Leiva, Carrillo Cantabella 200m. 6A
La vía: Preciosa e inevitable vía que no te dejará indiferente, tiene de todo, fisuras, espolones, placas, techitos y mucho ambiente, no hay ningún largo que nos haya defraudado, incluso el tercero, un fácil espolón de IV+, pero muy bonito. El largo más difícil de la vía es el segundo, con pasos lavados y mantenidos. El primer largo es fácil hasta llegar a un bloque (que parece que se caerá cualquier día) dónde está un durillo paso de Vº+, luego fácil hasta la reu (son todas cómodas excepto la tercera, sobre una pequeña repisa). El segundo largo tiene mucha miga, no solo por lo lavado de la tercera chapa (para mi 6A+, pero se puede acerar) sino por los siguientes y mantenidos pasos hasta un poco antes de la reu. El tercero es pura diversión y disfrute de este bonito espolón. El cuarto es un Vº mantenido, muy vertical y con muy buenos agarres. El quinto es también una sorpresa, comienza después de la segunda chapa con travesía ascendente a la derecha, pasitos apretaditos y con alegría entre chapas, luego suaviza bastante hasta llegar a la salida, dónde un techo nos cerrará el paso pero bien asegurado, tiene buenos agarres.
Acceso: desde el área recreativa de la Perdiz unos carteles indicadores nos muestran el camino (45 minutos). No se puede dormir dentro de ningún vehículo en éste área, aunque tengas bajada la capota, pero si pides permiso puedes montar una tienda.
Descenso: Desde la última reu tomamos a la derecha siguiendo unos hitos que en unos 40 minutos nos dejan en el camino de vuelta.
Material: Nosotros llevamos 15 cintas más reuniones, casco y demás.
Cordadas: Luis Polo y Marga en la primera, Viki, Loli y Fernando en la segunda.


Arriba Luis comienza el primer largo que inmediatamente gira a la derecha en dirección al famoso bloque (foto de abajo)




Arriba Viki en el paso duro del primer largo (foto de arriba), mientras en la foto de abajo vemos como Luis comienza a salir de la reu entrando en el segundo largo.




Arriba vemos a Marga en el segundo largo, abajo Loli a punto de dar el paso duro del primer largo visto desde arriba.





Estos buenos amigos hicieron fotos desde arriba unos y desde abajo otras. Podemos ver en la serie de fotos de arriba y abajo el famoso segundo largo de ésta vía, para mi (que soy un "matao") esto es 6A+, pero se puede acerar, aunque luego no se acaba el problema, las siguientes chapas son casi igual de duras y mantenidas. 





En la foto de arriba Luis y Marga en plena tarea del cuarto largo, mientras Viki en la segunda reu contempla el patio que hay a nuestros pies.




Arriba el bonito espolón del tercer largo, abajo el comienzo del cuarto y vertical largo. Travesía ascendente a la izquierda hasta enganchar la vertical de la cuarta reu.





En las fotos de arriba vemos a Loli llegando a la cuarta reunión. Abajo Viki comenzando el último y apretado largo, con travesía ascendente a la derecha, hasta llegar a una sabina donde sube recto y afloja hasta el paso de salida. Aquí las chapas alejan un poco más.




Arriba Viki en la placa de salida de la vía, abajo el famoso paso desplomado de la salida, está muy bien asegurado, además tiene canto, pero hay que colocarse bien.



En las fotos de arriba, Loli y yo llegando a la salida de la vía, abajo felicitándonos todos por una vía inexcusable.




La bajada por el barranco hasta pie de vía nos deja la impresionante imagen del paredón de Leiva, lleno de posibilidades de escalada. No es la primera ni va a ser la última vez que venimos aquí, pero cada vez que venimos nos sobrecoge más esta enorme pared.
Era un reto para nosotros hacer esta vía, no sólo por su dificultad, fama y belleza, sino porque era uno de los sueños de Viki, que llevaba persiguiendo la vía desde hace tiempo. Aprovechamos el día de su cumpleaños para regalarle ésta aventura entre todos sus amigos, aventura y regalo para todos, porque a su vez ella nos regaló lo mismo, no sólo hablo de la vía sino de su amistad. "Gracias guapa", que bonito es encontrar a gente por el camino que te pregunte como estas, que te de los buenos días, que se preocupe por ti, pero si además te lleva en volandas a un sitio como éste... 
Todo salió de coña, comenzó la aproximación lloviendo a cántaros, a las doce se seco la pared y nos metimos, cuando llegamos arriba empezó a chispear pero poco, permitiéndonos llegar al coche casi sin mojarnos para preparar la fiesta de cumpleaños. ¿Será que estamos en el paraíso?.