Esquí de travesía Cabeza Líjar (Alto de los Leones)

Esquí de travesía a Cabeza Lijar

Dejamos el coche en el Alto de lo Leones, junto al restaurante, a la derecha de este sale una carretera que nos lleva en 13 Km hasta Peguerinos, pero podemos foquear desde el inicio, había un enorme paquete de nieve, cuando llevamos un Km y medio más o menos, pasamos una cerca, al pasar veremos un indicador (foto de abajo) que nos saca de la carretera y nos sube a un alto en el que veremos defrente Cabeza Lijar, bajamos al collado que tenemos enfrente e iniciamos la subida por la derecha de la cerca de piedra. Un sitio diferente muy bonito y con vistas preciosas de la parte madrileña y segoviana. Al bajar si optamos por la derecha de la cerca , encontraremos la carretera de Peguerinos, volvímos por este sitio haciendo un recorrido circular. 

 

 

Arriba la parte madrileña en el comienzo de la ruta, abajo foqueando por la carretera de Peguerinos.

Arriba en la primera subida, justo en el desvío, con una huella muy marcada que seguiremos casi hasta el final de la ruta.

 

En la primera subida, llegamos a un collado, donde optamos por cojer a la derecha del murete de piedra

y bajar hasta el collado que tenemos enfrente y que ya vemos delante nuestro Cabeza Lijar. Bajamos al collado e iniciamos la subida, algo más fuerte que la anterior y más larga.

Arriba pasando el primer collado y comenzando la subida final, un poco larga y donde hay que esquivar algunas formaciones rocosas.

En la foto de arriba, vemos detras nuestro el collado y el alto de donde venimos.

Monotonía

Un día cualquiera día durante el confinamiento, mientras me afeitaba, me preguntaba si era lunes, me di cuenta que no, que era sábado, hubiese sido un día especial para mi, la ilusión de volver a la montaña me habría puesto en estado de alarma, en cambio no sabía en que día de la semana me encontraba, no por el deseo de salir, me torturaba pensar en la monotonía y en la uniformidad, pensar que todos los días eran iguales, sin ninguna cosa que destacar, sin ningún argumento para poder recordar. Siempre pensé que al mirar atrás, si no recuerdas nada de lo que has hecho durante ese año, es que no había merecido la pena haberlo vivido. Tengo la sensación de que somos todo lo que mereció la pena ser vivido y por lo tanto recordado. Soy de ese tipo de personas que piensan que primero eres montañero y luego eres  un profesional de lo que sea para ganarte la vida, que además piensa que su trabajo le quita mucho tiempo para ser lo que es. Para nosotros los montañeros de profesión ( o sea por dentro), cuando llegue el día de salir de este confinamiento, en realidad estamos entrando, pero a nuestra vida.  

 

Esquí de travesía Tres Provincias II (Pico Cebollera)

 

Esquí de travesía al Tres Provincias

 (Peña Cebollera)

El Tres Provincias o Peña Cebollera es difícil de encontrar con nieve en todo su recorrido, tiene una altitud de 2150 m. y el desnivel que tendremos que recorrer es de unos 850 metros. Recorrido muy fácil donde no encontraremos ninguna dificultad y si la nieve nos lo permite tendremos un día de esquí especial sin colas ni atascos.

La ruta empieza en la gasolinera del puerto, donde tendremos que subir hasta el pinar en la primera media hora,  para después atravesarlo hasta una bifurcación donde podremos elegir a la derecha por toda la cuerda alta o como hicimos nosotros por el camino de la izquierda (puntos azules) hasta la base del pico.

Habría que resumir el día de hoy como el día de la liberación; nos sentíamos atrapados, la gente como nosotros no puede vivir en paz sin el contacto con la naturaleza. A lo largo de nuestra vida y desde que nacemos, tenemos siempre que elegir, ya desde pequeños nos emplazan a elegir entre lo natural o lo divino, entre lo que se puede tocar y lo no, lo que se puede adivinar o lo que sabes que está ahí y en o que se tiene que creer; lo divino trata de salvarnos de nuestros malos actos y nos redime, lo natural nos une a la vida y la naturaleza, a lo bello y palpable y nos aleja de lo que no vemos, de lo que es inventado, de lo que es comprensible sólo con la herramienta de la fe. Pero días como este, reconcilia los dos mundos en solo uno, aunque después se separen irremediablemente.

Subiremos por el camino hasta atravesar el pinar que tenemos enfrente.

Subiremos hasta salir del pinar, en este punto el camino se divide en dos, a la izquierda llaneamos hasta ponernos justo debajo del pico, donde una torrentera nos conduce, primero con un poco de piorno, luego con una pala fácil hasta la cima.