lunes, 15 de abril de 2019

Escalada Puig Campana (Arista Aristóteles)




Espolón Aristóteles 300 metros Vº
La vía: Es una de las vías más bonitas que hemos hecho, no solo por lo variado de la vía, no solo por su buenisima caliza, tampoco porque nos gusten las clásicas y largas o por su grado asequible, es por lo grandioso de sus dos últimos largos, te transportan a un mundo aéreo, de paredes sobrecogedoras que te envuelven y dominan todo lo que ves. Voy a intentar dar una explicación más detallada que la que yo encontré (la cordada que nos precedía fue rescatada por los bomberos, debido al embarque en el tercer largo, algo que también nos ocurrió a nosotros, pero supimos resolverlo con suerte, no como estos chicos). El primer largo es sencillo, sale a la izquierda de una canal y hay grabado en la piedra la palabra "Arest", se sube por el espolón y a mitad se va girando con tendencia a la derecha hasta llegar a un cordino, después la cómoda reunión (todas son cómodas), hay que montar reunión; un solo cordino en todo el largo y fácil de proteger. El segundo largo parte debajo de una fisura desplomada, protegida por un cáncamo, asusta un poco pero no es nada, un cordino encima de la fisura y después  muy fácil hasta la reu, hay que subir recto con pequeña tendencia a la derecha, reunión con dos chapas y unas letras grabadas en la piedra con una flecha en diagonal ascendente y otra que nos indica a la derecha, esa es la nuestra y donde empezaron nuestros problemas. El tercer largo es uno de los más bonitos, pero hay que estar atentos; una fácil travesía a la derecha de unos metros nos deja frente a una canal, donde hay un clavo viejo, unos metros por encima veremos un cable de acero, a partir de este punto y ya con clara tendencia a la derecha iremos encontrando un par de cordinos más, aquí veremos frente a nosotros una terraza y una reunión con dos chapas muy parecida a la que vamos, pero no es la nuestra, veremos que encima hay un diedro que va desplomando y una serie de chapas y cordinos que nos podrían confundir. Nosotros tendremos que dejar esta reu a nuestra derecha y seguir subiendo unos diez metros, un par de cordinos más nos llevarán a nuestra reunión. El cuarto largo tiene una salida en bavaresa, donde podremos proteger su salida con un numero 2, unos metros con tendencia a la derecha y se acaban nuestros problemas. Encima nuestro, veremos una placa con chapas y cordinos, no es nuestra vía, nos desplazamos un poco más a la derecha hasta encontrar una canal muy fácil que tiene un arbolito a unos diez metros, de ese punto sale nuestro quinto largo. Salimos por la fácil canal y a la altura del arbolito y sin sobrepasarlo nos vamos hacia la izquierda, seguimos escalando ya en dirección al diedro (visible ya), largo con un solo cordino y muy fácil, nos deja al pie del famoso diedro donde hay dos chapas y un cordino en la reu. El sexto, el largo guay de la vía, asusta un poco, pero no tiene ningún paso complicado si no te despistas, es un largo para disfrutarlo despacio. Salimos por una fisura donde nos entra un friend a cañón, un poco más arriba un clavo nos da mucho juego y seguridad, a partir de aquí se sube en dirección a otro clavo (hay dos juntos, uno viejo y otro bueno) y subimos con tendencia a la derecha, pasos todos mantenidos en el Vº pero sin pasarse, podemos meter un friend mediano antes de llegar a un cordino doble, justo en el cordino, si miras a tu izquierda, verás un clavo que te indica el sitio por el que tienes que seguir, si sigues por el diedro la cosa se complica un poco más, además está más sucio, si salimos por el clavo llegamos al espolón donde la escalada se vuelve más fácil y muy aérea, llegamos casi a tope de cuerda a la reunión con dos chapas. El séptimo largo es una sucesión de gradas, que se van estrechando hasta llegar al la última reu, donde hay una chapa y un cordino, al lado una cadena con anilla para el rapel de 10 metros.
El acceso: En Finestrat hay que llegar al área recreativa Font del Molí donde aparcaremos, tomamos la carretera que en diez minutos nos deja junto al helipuerto, de aquí sale un camino que no dejaremos hasta estar justo debajo del espolón, de aquí y junto a un hito sale un camino que en fuerte pero corta subida nos deja al pie de vía. Unos 40 minutos.
El descenso: Un rapel de diez metros nos deja a horcajadas en la instalación del segundo rapel, sesenta metros más abajo nos tenemos que buscar la vida para pasar al barranco del infierno, una canal difícil nos lo impide, si bajamos más abajo de la plataforma hay un cortado, nosotros buscamos cerca de la plataforma una pequeña trepada y un destrepe un poco delicado, pero corto, este nos dejó en el barranco, desde aquí se baja bien hasta una cuerda un poco raída, prácticamente ya casi estamos al pie del "Espolón Central", bajar por el camino normal hasta el aparcamiento, unos cuarenta minutos más.
Material: La vía está mucho más equipada de lo que yo me imaginaba, un juego de friend y algún mediano más repetido, cintas largas, doce expres y reuniones.
Cordadas: Loli y Fernando
Fotos: Un par de p. móviles (tenemos que repetirla aunque sea por hacer unas fotos en condiciones, no teníamos cámara de fotos). 


Loli de camino a Finestrat con nuestra casa a cuestas, para nosotros es casi nuestra forma de vida, es nuestra furgo.




Arriba Loli con buen animo para empezar este primer largo. Abajo los primeros compases, pasado el arbolito la tendencia es a la derecha.




Arriba vemos a Loli de camino a la primera reu, podemos ver un poco más arriba a los chicos que nos precedían preparándose para salir, son los que luego fueron rescatados. Abajo Loli progresando.



Arriba Loli con la reunión montada (aquí hay que montar la reunión, es fácil y la reu cómoda). Abajo la salida un poco desplomada pero con buenos agarres, para mi el paso más duro de la vía, pero lo puedes escaquear por la izquierda, más arriba y pasado un cordino ya no tiene dificultad este largo, hay que subir con tendencia a la derecha hasta llegar a la segunda reu.




Arriba Loli llegando a la reu, abajo la repisa donde se encuentra la reu ( dos chapas).



Arriba la travesía de salida del tercer largo, en ese punto veremos una canal con un clavo viejo al comienzo, un poco más arriba un puente de roca con cable de acero, a partir de aquí y con tendencia a la derecha veremos dos cordinos, en ese punto tendremos de frente una repisa muy grande con dos chapas y muy parecida a la que nosotros vamos, pero esa no es. los chicos que nos precedían y nosotros fuimos a esa reunión, de aquí sale una vía que va ganando en dificultad, veremos una chapa y un cordino rojo por un diedro que se va desplomando pero con agarres, por lo duro de los pasos me di cuenta de que esa no es nuestra vía, con el helicóptero encima de mi cabeza e intentando mantenerme, llegué a la chapa, con un maillon pude bajar a la reu y luego destrepando como pude regresé a la ruta inicial. Nuestra ruta deja a la derecha esa reunión y continua hacia arriba en dirección a otro cordino, aquí se empina bastante pero siguen los agarres generosos, llegamos a nuestra verdadera reu, está unos 15 o 20 metros más arriba de la otra. 
No tenemos fotos de este largo ni del siguiente, no teníamos ganas de nada, solamente de continuar y salir.  



El cuarto largo es una salida en bavaresa fácil de proteger, unos metros más arriba se acaban los problemas, llegamos a una enorme repisa donde nos podemos desencordar. tenemos que localizar andando a la derecha una canal muy fácil, que tiene un arbolito a unos diez metros, hay que subir hasta el árbol y sin pasarlo nos desviamos a la izquierda, después por terreno igual de fácil y con un solo cordino veremos el famoso diedro, debajo hay dos chapas y un cordino. En la foto de arriba vemos como un friend (verde) nos ayuda a llegar al clavo, luego con tendencia a la derecha llegamos a dos clavos, uno viejo y otro menos viejo, seguimos con una dificultad de Vº mantenido pero sin pasarse, cuando llegamos al punto de la foto de abajo veremos un puente de roca con cordino doble, si en ese punto miras a tu izquierda, verás un clavo que te ayuda a salir al espolón sin mayor dificultad, luego más fácil hasta la siguiente reu, eso si, el ambiente ahora es espectacular.



Arriba la salida de la sexta reu, parece dura pero no tiene nada y se protege bien. Abajo Loli asegurando. Más abajo se ve a otra cordada llegando a la reu.




Arriba Loli llegando a los rapeles, abajo testimonio gráfico de cómo estábamos haciendo las fotos, sin ver nada en la pantalla por los brillos, casi a bulto, tenemos que repetirla, no solo por lo grandioso y espectacular de estos dos últimos largos, también por hacer fotos que hagan justicia a esta vía.





El éxito y el fracaso no sientan de la misma manera, no siempre sale todo como nos lo esperamos, una serie de infortunios han aparecido en nuestras vidas últimamente, un compañero del club con un accidente tonto y un resultado terrible, un buen amigo hizo de rescatador en Patagonia y acabó siendo rescatado, salvó su vida de milagro, estos chicos que nos precedían se embarcan en el tercer largo y son rescatados en helicóptero delante de nuestras narices, nuestros padres enfermos y además no estaban nuestros amigos, con los que nos sentimos arropados, el fracaso estaba servido. Pero esto siempre formó parte de lo que somos. 
¿Pero quién puede decir que es un fracasado? En realidad, ser "un fracasado" es una cruz o un estigma, de las peores cosas que podemos decir a una persona. No nos enseñaron de pequeños a  asumir las derrotas y digerir los fracasos sin traumas. Ese rechazo social al fracaso va germinando en nosotros un fuerte mecanismo defensivo, una dificultad para reconocer los fallos o nuestras propias limitaciones. Tenemos pocos amigos, o no nos gustan los que tenemos, o no interesamos a quienes nos agradan. Sólo cuando poseemos cierta madurez personal, nos damos cuenta (con la inevitable resignación) que no somos los más guapos, ni los más inteligentes, ni los más importantes, ni los mejor aceptados por los demás.  No, no se trata de tener éxito ante tu gente, se trata de que llevas luchando toda la vida para tener muy poco de todo; el fracaso viene, cuando te vas dando cuenta de que estás perdiendo también lo poco que tienes. Dicen los libros de autoayuda que "cuando estamos muy hartos de tanto fallar, de tanto fracasar, es cuando estamos más cerca de lograr lo que deseamos" (me parto de la risa), que se lo pregunten a todos los que acabaron sus vidas sin tener un sueldo digno, una vida decente o simplemente cumplir un pequeño sueño. Algunos pensarán que nosotros al final triunfamos; no, quizás tuvimos suerte.