Llegamos a Santiago un día del verano austral, y de nuevo la sensación esa de no bajar al sur nos dejaba un poco desorientados, pero subimos a Arequipa donde empezaba nuestros treking y rápidamente esa sensación desapareció, ya que parece otro Chile distinto y otro continente.Subimos en bus hasta Putre (3500 m)
desde el mar en unas 6 o 7 horas, bebiendo agua todo el camino para prevenir el mal de altura, pero al fin llegamos y vimos que a esa altura comienza el altiplano andino y que ahí empezaríamos a andar. Un paisaje distinto en un Chile distinto y único.
En el altiplano chileno jugamos con el esfuerzo de llegar a la cumbre y la luz,
la montaña saca a la luz todas nuestras capacidades, incluida la incapacidad.
La sombra no existe, lo que tu llamas sombra es la luz que no ves.
Henri Barbusse
Sorprendente Chile, siempre pleno de luces, desde el nevado sur al soleado norte,
lleno de brutales contrastes pero repleto de todo tipo de montañas.
"Observa la luz y admira su belleza. Cerrad los ojos y mirad: lo que habéis visto ya no existe, y lo que veréis no existe todavía. ¿Quién lo rehace, si quien lo hace está en perpetuo movimiento?" dijo Voltaire, pero la luz no está hecha para todos los ojos, aunque los ojos vean la luz.
Gusta mucho ver Parinacota, esperamos poder leerlo pronto.
ResponderEliminarYa se puede leer algo
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