Escalada Sant Honorat (Vía Nuria)

Ciencia o Arte
Sant Honorat (Vía Nuria 215 m. Vº+)

Pudiera ser una ciencia, siempre que creamos que es una disciplina, pudiera ser un arte, siempre que creamos que la belleza está en los ojos que miran, en las manos que tocan, en el aire que respiras; pudiera ser que la sensibilidad hiciera todo esto, pudiera ser que si esto no nos pasara por dentro y no lo sintiéramos como un arte,  no necesitaríamos pensar, sólo necesitaríamos un "manual de uso" para seguir escalando o haciendo otras cosas.

Y como para terminar de confundirnos con su magia, descubrimos a un funambulista entre las Moles de Sant Honorat, haciéndonos disfrutar de su magia y de su arte.

Aquí nuestro gran amigo Lluis Solà, que si no es por su buena intuición, no llegamos ni a oler el espolón. La vista de las Moles de Sant Honorat impresiona cuando las tienes encima.

Pasado Oliana por la c-14, llegamos al cruce del Segre y tomamos la LV-5118, seguimos hasta que encontramos el cruce del Hostal del Boix , justo a la entrada del Hostal, sale un camino que nos lleva por una pista sde tierra hasta el Castillo Liebre, dejamos el coche y tomamos un pista que con una fuerte subida nos deja en el cruce con otro camino que tiene una cadena, lo ignoramos y seguimos de frente, hasta encontrarnos con otro camino a la izquierda que tiene un hito, lo seguimos hasta encontrarnos otro hito, sale otro camino poco definido que nos deja al pie del espolón. Tardaremos una hora en llegar y si os sirve de consuelo, el camino es muy bonito.

Arriba Lluis iniciando los tres pasos de artificial ( se puede hacer en acero) para  luego encaramarse y empezar duro.

Abajo en el largo mas difícil de la vía, o sea el primero, que una vez  pasas el artificial, que ya puedes dominar este tipo de escalada o se te atragantará, este largo a mi me pareció mantenidísimo, o a lo mejor este tipo de conglomerado no se me da tan bien, pero por lo tarde que llegamos, lo mantenido y el frío que empezamos a pasar (no nos llevamos nada de abrigo, como unos "tontos pelaos") ¡y es que no aprendemos !.

Arriba y abajo, se adivina la magnitud de la pared, ya que solo estamos viendo el primer largo.

Arriba estoy con las manos heladas, y abajo deseando llegar al suelo, ya que esto, lo tomamos como un intento a la vía Nuria, porque nos bajamos después de haber hecho lo mas difícil.

Y como un regalo, cuando volvíamos al coche, un espectáculo sólo para privilegiados. Entre dos moles descubrimos que un artista de la magia nos deleitaba con un baile imposible, que hizo las delicias de nuestros ojos, pues en ese momento eramos seguramente los únicos que rondaban la zona.

Así que gracias al artista del aire, nos lo pasamos en grande.