Esquí de travesía en el Alto de Guarramillas (Bola del mundo)

Esquí de travesía en la Bola del mundo

Como dijo el gran alpinista kazajo Anatoli Borkeev, "la montaña es la catedral donde voy a rezar". Para nosotros las montañas son también el templo donde practicamos nuestra religión, donde nos encomendamos a la naturaleza, donde celebramos cada día el espectáculo de la creación natural. Es allí donde rezamos como devotos, donde nos curamos de nuestras heridas, y nos reconciliamos con el mundo, para poder volver así de nuevo a nuestra otra vida, la cotidiana.    

En el puerto de Navacerrada, nos desviamos dirección Cotos, y en un Km y medio encontraremos una curva grande, con aparcamiento a ambos lados, este es el punto de inicio de la subida. Nuestra meta si el tiempo lo permite es bien visible, y aunque debéis evitar el fin de semana, si no tenéis otra posibilidad debéis madrugar mucho para aparcar.

Se inicia con fuerte pendiente hasta el final del recorrido, pero nos garantiza un bajadón si la nieve está asentada. Una vez en el alto de Guarramillas, tenemos muchas opciones bien a la vista desde allí, La Maliciosa, Valdemartín, Cabeza de Hierro etc.

Lo dicho Madrid con nieve y sin gente es un paraiso.