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Auschwitz Birkenau
A partir de los sesenta comienza el tiempo de las despedidas, nos vamos despidiendo poco a poco de las fuerzas, de los amigos, de los recuerdos y en sitios como este también de la dignidad. Es hora de esforzarse en retener amigos, fuerzas y echar mano de los recuerdos, de volver a ver fotografías y añorar lo que perdimos para intentar reparar las cosas que hicimos mal. Algunos dicen que es una etapa nueva de la vida, será para otros, para mi es la consecuencia de lo vivido y no renuncio a ello ni quiero cambiar de vida ni de amigos, menos todavía perderlos, ni tan siquiera en la memoria.
No he puesto fotos del interior (dormitorios, crematorios, almacén de objetos de los presos etc.) para no alimentar el excesivo morbo de la gente que visitaba el lugar, gente más atenta a la cantidad de pelo almacenado, a la cantidad de zapatos recogidos a las victimas u otros objetos que a la verdadera razón de este complejo. Tengo la sensación de que una gran cantidad de gente que visitaba las instalaciones lo hacía como el que observa un espectáculo que cómo un lugar de reflexión.
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