Devoción
Bali, la isla donde se respira devoción y lo domina todo. El balinés compromete todos sus sentidos, el cuerpo, la mente, las palabras, y eso se refleja en las calles donde se materializa en ofrendas diarias de flores, incienso y comida que se colocan a diario en cualquier parte (cada color representa a un dios); este acto les conecta con los dioses y la naturaleza para mantener constante su armonía. Para un balinés, lo más importante al levantarse cada día es dar gracias a los dioses por no sentir odio ni rencor hacia nadie. El hinduismo balinés enseña que lo divino reside en todas las cosas, igualito que nosotros.