Escalada en Chamonix Contreforts du Brévent - La somone

 Contreforts du Brévent - La somone 

200 metros 5b

La vía: Otra espectacular vía de Chamonix, para los más " frikis" esto les parecerá sencillo, aunque tiene sus puntitos finos, pero para los que disfrutamos del placer de escalar y del entorno a partes iguales, esto es una maravilla. Aproximación corta, también el descenso (siempre que saquemos el forfait ). Es una sucesión de contrafuertes con un par de cortos rápeles que nos dejan muy cerca del funicular. El primer contrafuerte es sencillo, 4C y 5A, muy bien equipado, como toda la vía, nos deja en una reunión con un pequeño rapel de unos diez metros. El segundo contrafuerte está graduado de 4C+ (plc), pero la salida del diedro a la placa es muy exigente, para mí lo más duro de la vía, yo le daría 5b+. El tercero un sencillo 4b que nos deja enfrente del cuarto. Este largo es mucho más fino y sostenido con algún pasito todavía más fino (5b). El quinto es un largo secillo de transición que nos deja en otro corto rapel de unos diez metros, enfrente vemos el sexto contrafuerte. Este es un largo entorno al 5A con algun que otro pasito, pero bastante sostenido, de aquí bajamos destrepando a buscar el último contrafuerte, este es el más largo de todos, una placa muy bonita de 5b que va perdiendo algo de dificultad hacia el final. Destrepamos un poco hacia el camino del funicular y en unos diez minutos estamos de vuelta en el funicular.

Remontes: Cabina de Plan Praz y después Brevènt.  

Al salir del funicular tomamos el camino (foto de arriba) en dirección a los contrafuertes (foto de abajo). En diez minutos estamos a pie de vía.

Arriba Luis y Marga, abajo Loli en el primer contrafuerte, largo sencillo de calentamiento. Más abajo el festival de parapentes que todos los días teníamos sobre nuestras cabeza, pero hoy están casi todos debajo.

En la foto de arriba vemos a Luis en el segundo, para mi el más duro con diferencia. Abajo Viki al comienzo del mismo encarandose al diedro, un diedro muy fino con salida a la placa de la izquierda donde hay que afinar todavía mucho más.

En las fotos de arriba vemos el fino diedro y loli subiendo. En las fotos de abajo vemos a Viki en el cuarto contrafuerte (del tercero no tenemos fotos), Un largo también fino con un paso algo más apretado, justo donde está hecha la foto.

En la foto de arriba, Viki terminando el largo, abajo Loli en el paso fino de este largo pero visto desde arriba.

Arriba el pequeño rapel del cuarto largo, justo enfrente ( Luis y Marga en la foto de abajo) tenemos el quinto. No muy difícil pero si muy mantenido, este largo nos gustó mucho.

En las fotos de arriba diferentes momentos del quinto largo, abajo el camino que tenemos que tomar al salir de este último para llegar al espolón que tenemos enfrente (foto de abajo) por donde transcurre el último contrafuerte.

En las fotos de arriba diferentes momentos del sexto contrafuerte, una placa en torno al 5b, esta va perdiendo un poco de dificultad antes de llegar a la reu.

En esta foto da la sensación de que estamos esperando, pero no sabemos qué.

¿De verdad sabes cuanto tiempo te queda?, ¿Porqué actuas como si lo supieras?, si ya te sabes cual es el guión de tu vida, entonces lo único que tienes que hacer es esperar.

 Esperamos a que llegue el fin de semana, esperamos a que llegue el lunes, esperamos a que lleguen los puentes y las vacaciones, que a su vez los utilizamos para "pasarlo bien " mientras esperamos su fin. También esperamos para hacer cosas diferentes mientras esperamos. A veces sólo esperamos a que no ocurra nada, ¿pero como sabemos que no nos vamos a morir ahora mismo?, pues esperamos a que no pase nada. ¡Que bueno es saber que tenemos todo el tiempo del mundo!, esto es muy útil para seguir esperando. ¿Hay que saber esperar?, no, no es la paciencia, pues hay quién espera toda su vida y no es paciente. Hay tres tipos de personas, las que esperan que esto algún día cambie, las que esperan que esto nunca cambie y las que cambian las cosas.
Cuando dejas de esperar tu vida cambia, tardé mucho en comprender que nos hace más felices el tiempo que el dinero, entonces dejé de esperar y empecé a aprovechar mi tiempo, a gastarlo y a consumirlo como si se acabase ahora, en realidad no se si se va a acabar en un momento. También aprendí a dejar de esperar que todo fuese perfecto, me sentí dueño de mi tiempo y dejé de perder ese tiempo buscando la perfección. ¡A lo mejor a partir de ahora,  quizás no espere nada y me deje sorprender!.