martes, 19 de julio de 2022

Suecia en furgo



Paseando por Suecia
Ser ciudadano del mundo no es cosa cualquiera, a lo mejor si has viajado mucho crees que lo eres, o si has descubierto otras culturas distintas a la tuya y te han seducido, te crees que lo eres. Pues a lo mejor alguien que no ha viajado si que lo es. A lo mejor no basta con querer viajar y saciar esas ganas de conocer otras culturas. También hay que despojarse de ese sentimiento gregario que nos ata a un sitio, también hay que despojarse de banderas y de los diferentes colores que crees que te identifican. Si te crees ciudadano del mundo es que no eres ciudadano de ningun sitio. Tendras que reconocerte como perteneciente a una comunidad universal que incluye a todos los seres humanos, sin importar la separación geográfica, la distancia, “El lugar y la distancia separan a las personas pero no a sus mentes” . ¿Serás capaz?.


Es difícil en una sola entrada describir Suecia, no lo pretendo. Volviendo de Noruega por Suecia descubrimos un pais diferente, enormes distancias, bosques interminables, kilómetros y kilómetros de abetos y renos, pero hasta casi llegar a Estocolmo no vimos espacios abiertos, la visibilidad se limitaba a la carretera, a los lagos y rios que encontrábamos, con cielos espectaculares, gracias a que no se ponía el sol y la luz jugaba con nosotros, era un espectáculo. 











En Suecia no te puedes perder las cataratas de Storfossen, porque las fotos no hacen justicia al enorme y estruendoso caudal de agua. Cuando nos acercábamos a las pasarelas, el estruendo, el viento que generaba la velocidad de caída del agua y la enormidad de lo que estábamos contemplando, nos sobrecogió, nosotros veníamos de Noruega, donde era difícil superar sus paisajes.









Una infinidad de lagos y ríos durante el camino, donde parar a descansar era lo más habitual, te daba igual parar aquí que unos kilómetros más allá, era difícil elegir.





Estocolmo nos sorprendió, esperábamos una ciudad más anodina, más fria, pero fué todo lo contrario, la oferta cultural, musical y de ocio, está por toda la ciudad. Una ciudad que llamaremos tranquila, llena de bicicletas y patinetes, donde además tienen prioridad sobre cualquier vehiculo, con sus carriles correspondientes y sus propios semáforos, donde todo se respeta escrupulosamente.
















En la foto de arriba, la calle Marten Trotzigs Gränd es el callejón más estrecho y empinado de Estocolmo. Con 39 escalones y tan solo 90 centímetros de ancho, puedes tocar ambas paredes extendiendo tus brazos. 



Gamla Stan es el centro del casco histórico de Estocolmo. Para perderte paseando.




y salimos de Suecia por el famoso puente túnel de Orensund, de 16 kilómetros, una obra de ingeniería espectacular.




 

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