martes, 5 de julio de 2022

Noruega en furgo 7 ( Islas lofoten)



Paseando por Noruega 7 (Lofoten)

Las islas Lofoten es otro de los platos fuertes de Noruega, pero no impresiona más de lo que ya habíamos visto, es verdad que es espectacular, que hay que moverse un poco para conocer Lofoten, no vale quedarse en Reine. Es posible que a estas alturas de nuestro viaje ya tuviéramos una borrachera de paisajes, pero aún así la entrada del ferry por el puerto en Reine es sobrecogedora. Lofoten nos enamoró nada más llegar y enseguida nos pusimos en marcha, pues el dia era limpio y claro, hay que aprovechar, que aquí nunca se sabe, no volvimos a ver otro dia claro en una semana.




Arriba la llegada del ferry a Reine desde Bodo, en las ventanas ya empieza a aparecer el perfil desafiante de estas islas. Abajo la entrada al puerto de Reine.





Creo que son 2000 escalones, que unos nepalíes traidos expresamente para construir esta empinadísima subida, nos llevarán a la cima del Reinebringen, muy cerca de Reine, aunque allí casi no hay quien aparque. Esta es de las que no hay que perderse, la vista es única, pero eso si, es importnte que haya visibilidad, algo raro por estos lugares, aunque el festival de nubes, tormentas, viento, agua, nieve que se desata de un momento para otro en este lugar, también tiene su encanto, acostumbrados a ver estos paisajes como si aquí nunca hubiera caido una sola gota, este cambio también nos seduce. Habrá que recordar a todo el mundo que son las tormentas las que modelan y hacen de este lugar algo único.
















Una marcha de unos tres Km nos lleva a la playa de Kvalvika, muy recomendable, un acceso sencillo y bien indicado. Para llegar allí hay que buscarlo en el google y te deja en un aparcamiento pequeño pero de pago, si continúas la carretera, verás unos 600 metros más allá un aparcamiento para cuatro o cinco furgos, este es gratis.

Las fotos de la playa para nada la hacen justicia, el color del agua que va cambiando segun cambia la luz, la arena clara y los paredones enormes que la encierran, hacen que esta escursión merezca la pena.










Seguimos subiendo por Lofoten, de isla en isla, de pueblo en pueblo, de tormenta en tormenta, solo parábamos para ver y fotografiar los cambios de luz brutales que se producían, era un espectaculo para nosotros. Nos dirigíamos a Andenes desde Reine, para coger otro ferry a la Isla de Senja, 330 Km de espectáculo paisajístico.








En las Islas Lofoten nacen las tormentas. Las tormentas hay que tomarlas como si fuesen otra forma de manifestarse de la naturaleza, esta actitud puede hacer que se convierta en una ligera y restauradora lluvia, las tormentas hicieron estas islas, puedes estar dentro de ellas pero no dejes que te atrapen. Una gran tormenta es como un dia soleado para los que no se dejan atrapar por ella, una suve brisa puede ser una gran tormenta para quien lleva su miedo a todas partes.


¡Nos vamos para Senja!
 

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