¿Dónde están los Hipócritas?
Quedar bien ante los demás es a veces un arte, y aunque todos presumen de que les gustan las cosas claras, decir las cosas a las claras no suele estar bien visto, sobre todo si el que lo escucha desea oír otra cosa. A veces decir una cosa y hacer otra, nos suele delatar, lo justificamos para no destruir la convivencia que suele ser delicada cuando dices lo que piensas, la diferencia está en sentirte bien contigo mismo, pero hay quién se sabe hipócrita y además se siente bien, podríamos decir que es una forma de perversión.
Nos engañamos disfrazando nuestro pensamiento, aunque la verdad es que es más cómodo y egoísta, de ésta manera no tenemos ninguna responsabilidad ante nuestras obligaciones morales, pero el caso es que cuando se quiere quedar bien con todos, no quedarás bien con nadie. Es muy difícil en éste mundo dónde la imagen es tan importante ser nosotros mismos, por lo que pasamos la mitad de nuestra vida aparentando cosas que no somos. Pero he llegado a la conclusión de que la hipocresía no existe, sólo existe en los diccionarios o para hablar de alguien hipotético; a cualquiera que le preguntes, nadie quiere que en el mundo haya guerras, ni hambre, ni cambio climático, la humanidad está prácticamente de acuerdo en esto ( aunque siempre hay alguna excepción), toda la humanidad unida entorno a estos conceptos, ¡qué bien!, parece fácil de solucionar. Tengo amigos que reconocen haber bebido o tomado drogas, incluso haber robado, que confiesan no ser buenas personas, pero nadie reconoce ser hipócrita; por eso creo que no existe, que es una mentira.
“El crecimiento de una persona se observa en los sucesivos grupos de amigos que tiene. Por cada amigo que pierde en nombre de la verdad, gana uno todavía mejor”. – Ralph Waldo Emerson
Nos engañamos disfrazando nuestro pensamiento, aunque la verdad es que es más cómodo y egoísta, de ésta manera no tenemos ninguna responsabilidad ante nuestras obligaciones morales, pero el caso es que cuando se quiere quedar bien con todos, no quedarás bien con nadie. Es muy difícil en éste mundo dónde la imagen es tan importante ser nosotros mismos, por lo que pasamos la mitad de nuestra vida aparentando cosas que no somos. Pero he llegado a la conclusión de que la hipocresía no existe, sólo existe en los diccionarios o para hablar de alguien hipotético; a cualquiera que le preguntes, nadie quiere que en el mundo haya guerras, ni hambre, ni cambio climático, la humanidad está prácticamente de acuerdo en esto ( aunque siempre hay alguna excepción), toda la humanidad unida entorno a estos conceptos, ¡qué bien!, parece fácil de solucionar. Tengo amigos que reconocen haber bebido o tomado drogas, incluso haber robado, que confiesan no ser buenas personas, pero nadie reconoce ser hipócrita; por eso creo que no existe, que es una mentira.
“El crecimiento de una persona se observa en los sucesivos grupos de amigos que tiene. Por cada amigo que pierde en nombre de la verdad, gana uno todavía mejor”. – Ralph Waldo Emerson
La escalada: Sopeira es un sitio que nos gusta mucho, no es la primera vez que venimos, el conjunto de cuchillares, el barranco a la sombra, el buen equipamiento, y el grado moderado (veníamos de Francia, donde hay que apretar más), hacían de este sitio un lugar ideal para parar.
El primer largo (5b, 0 chapas), es muy largo con pasos de adherencia al principio, luego los agarres son mejores. El segundo largo (5a, 5 chapas), muy fácil y disfrutón. El tercer largo es muy vertical (6a, 14 chapas), es donde está la mayor dificultad de la vía, largo sostenido con algún pasito fino ( donde Luis se cayó, él y Marga se tuvieron que bajar en este punto, un golpe en el costado le chafó el terminar la vía), para llegar al techito donde está lo difícil, un agarre a la derecha, donde hay que estirarse para cogerlo nos salvará el paso, luego un pequeño paso fino para salir a la reunión(cómoda, como el resto de ellas). Cuarto largo de transición pero con paso tonto en la segunda chapa (4C, 6 chapas). Quinto largo, empieza fácil para tornarse completamente vertical, donde hay que saber moverse a ambos lados si quieres progresar, muy bonito, nos gustó mucho, mas bonito de hacer que de ver.
Acceso: Desde el pueblo de Sopeira tomamos una carretera que en cinco minutos nos deja en la subestación de la presa, aparcamos, un camino que sale a la izquierda de la subestación y últimamente arreglado, nos deja en 5 minutos a pie de vía.
Material: 14 cintas más reuniones.
Descenso: Nosotros dejamos un coche arriba y otro abajo, pero lo normal es cruzar el pasamanos que une la presa con la escalera tallada en la roca, ¡vale! parece espeluznante, pero luego cuando estás bajando, no parece tan terrible, aunque hay que ir con un poco de cuidado.
Cordadas: Viky, Loli y Fernando en la primera, Luis y Marga en la segunda.
Arriba Viki obsevando la trayectoria de la vía, ella va a hacer el primer largo (5b, 45M.), un poco lavado en los primeros metros, pero luego mejora.
Abajo Loli y Luis llegando a la primera reu.
Arriba comienzo del largo clave de la vía, son los primeros pasos de este vertical y sostenido largo, abajo vemos a Luis Polo llegando a la segunda reu, más abajo está Marga asegurando a Luis en la primera reunión.
Arriba dos momentos del tercer largo, ¡ojo! la chapa de la derecha se engancha con muchísima facilidad, poner cinta larga o lo pasarás mal, como yo ya que el largo es un poco sinuoso, vertical y el paso duro está casi arriba (40 m., 6a).
Abajo Marga llegando a la tercera reu.
Arriba vemos lo sinuoso de esta larga tirada. Más abajo harto de tirar de cuerda, descansando debajo del paso y con la chapa encima; hay que irse a la derecha y estirarse para coger un agarre que nos permite progresar, luego nos queda un pequeño pasito más y llegamos a la reu, justo encima.
Abajo Loli y Viki en el tercer largo.
Muy bonita (foto de arriba) la vista del desagüe de la presa que vemos ya desde la tercera reu, es un paisaje distinto al que estamos acostumbrados.
Abajo el último largo (9 chapas, 40 m., 5C), comienzo fácil para luego tomar verticalidad y ambiente, placar rotas muy bonitas, más de hacer que de ver desde abajo. En la placa hay que moverse a todos lados para progresar, pero luego es un placer con buenos agarres.
La foto de cordada arriba, abajo la repisa con el cable por la que tenemos que bajar hasta llegar a un agujero con otro cable y con pequeños escalones en la pared. Algunos llevan frontales para este tramo, aunque los ojos se acostumbran rápido.
Arriba el agujero con la cuerda, dentro encontraremos dos caminos, el de la derecha nos lleva al otro lado de la pared (foto de abajo), donde otro cable nos lleva de vuelta al camino de la presa (10 minutos).
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